El viajero se ha sentado en un pequeño banco de la plaza. Lo que ha visto le ha dado que pensar. Recuerda cuando preparaba su viaje a Berlín y consultaba la guía de la ciudad que tenía. En ella hablaban del barrio de Kreuzberg que, partiendo del abandono que le provocó estar demasiado cerca del fatídico muro, poco a poco fue acogiendo a jóvenes artistas, convirtiéndose en un referente del arte alternativo en la ciudad

LA INVOLUCIÓN DEL VIAJERO

Los grafitis en sus calles eran ejemplo de ello. El viajero lo visitó y se trajo con él los recuerdos de aquella atmósfera entre lo decrépito y lo moderno. Recordó su viaje a Roma, donde buscó experiencias en el barrio de Quadraro, donde el proyecto MURo (Museo di Urban art di Roma) llenó las calles de grafitis espectaculares.

Ahora, debido a un paseo por su propia ciudad fruto de la casualidad, ha encontrado lo que en otros viajes había buscado con avidez. Sentado en aquel banco en el barrio malagueño de Lagunillas, se ha transformado en turista en lugar de ciudadano. Reinterpretándose a sí mismo y su ciudad a través de lo experimentado en otros lugares. Y desde esa perspectiva reconoce el valor de las cosas que tiene a su alrededor, experimentando una especie de involución viajera, un regreso a casa diferente, más apreciado. Se pregunta ¿Y si pudiéramos hacer lo mismo con las personas? Redescubrirlas. Piensa que tal vez eso sea demasiado ambicioso. Decide comenzar a redescubrir su propia su ciudad, para empezar, y a ver dónde le lleva.

BARRIO DE LAGUNILLAS. EL KREUZBERG MALAGUEÑO.

Este barrio malagueño se encuentra muy cerca del centro de la ciudad, ubicado en las calles que quedan encuadradas entre la Plaza de la Merced y el Ejido (antigua ciudad universitaria de Málaga). Se compone de la propia calle Lagunillas y aledañas en las que, sin tener que buscar mucho, encontrarás un auténtico museo del grafiti, además de un modo de vida en el que se reivindica que el barrio siga siendo eso precisamente, un barrio.

Por sus calles podrás comprobar como el barrio está en fase de recuperación, mezclándose las viviendas que se renuevan con los solares derribados o ingeniosamente recuperados con improvisados arriates de plantas o plazas donde los vecinos pasean con sus mascotas. Mezclándose comercios clásicos con nuevos establecimientos entre los que la oferta cultural también está presente, por ejemplo, a través de “La Polivalente”, espacio cultural y alternativo del barrio. Y si te apetece, seguro que podrás tomarte una cervecita, un vino, unas tapitas… ya sabes.

Sin duda, es una experiencia diferente en esta Málaga “a lo grande” que estamos construyendo. Seguramente no es el barrio más bonito de Málaga, pero no cabe duda de que alimentará tu lado más alternativo. Según dicen por ahí, es el verdadero Soho de Málaga junto con la zona de calle Carretería. El arte y la cultura alternativas nacen donde les da la gana. Lagunillas es una de esas experiencias bohemias que parecen reservadas a las grandes ciudades. ¿Es Málaga una gran ciudad? No lo sé, deja que ella misma te responda mientras lo descubres o te reencuentras con ella. Depende de si la visitas por primera vez o eres un viajero malagueño en plena involución.