Caminito del Rey. Ardales - Álora
Entre las paredes del Desfiladero de los Gaitanes caminé despacio, pero no por miedo a la distancia que me separaba del río, sino porque mis sentidos necesitaban su tiempo para poder percirbirlo todo. Mi vértigo desaparecía engullido por el paisaje.
Un lugar fabricado por el agua y el tiempo. Como dice el dicho.... despacito y buena letra. Me di cuenta que quiero conseguir las cosas demasiado deprisa. Todo lo bueno requiere su tiempo. .. y otra vez un refrán. .. lo que fácil viene, fácil se va.
Seguí adelante, sobre la pasarela de traviesas de madera, las paredes verticales y los ammonites petrificados. Crucé el puente colgante, mirando bajo mis pies, y mi vértigo ya era una anécdota.
Despacio...
Sin prisa...
Sin demora...
...finalicé mi recorrido, y mis metas aunque lejanas me parecieron posibles.
Como dejar atrás el vértigo y el miedo.